¿Quién dijo que el arte es cosa de grandes monumentos, espectaculares cuadros o esculturas gigantescas?
El brasileño Dalton Ghetti (nacionalizado estadounidense) nos demuestra que no es necesario trabajar con grandes bloques de mármol para ser escultor. Utilizando simplemente lápices y armado con una aguja, una cuchilla de afeitar y suponemos que una lupa gigantesca (aunque él asegura que no), realiza obras de arte en miniatura con un detalle difícil de imaginar y, por desgracia, apreciar.
Dalton Ghetti, historia del micro arte.
Dalton Ghetti, nacido en Sao Paulo en 1961, es carpintero de profesión y sólo se dedica a hacer estas pequeñas esculturas en su tiempo libre. Tiene su propia web en la que muestra y vende su curioso arte. Cada mini escultura le lleva 2 o 3 meses de trabajo, aunque algunas de sus creaciones le han llevado años. Asegura que la de Elvis Presley, que la tenéis en foto más abajo, ha sido la obra que más tiempo le ha ocupado: dos años y medio. Tanto tiempo en algo tan chico hace aún más impactante a su arte.
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Dalton comenzó a trabajar con herramientas con tan solo 6 años. Le viene de familia ya que su madre era costurera, fue ella quien le enseñó a usar la aguja y con ella empezó a trabajar ayudándola con pequeños proyectos. A los 9 años empezó a esculpir, pero en tamaño normal. No fue hasta 1986, ya con 25 años, que decidió como desafió a sí mismo crear las esculturas más que pequeñas que fueran posibles de ver con el ojo humano.
Esta idea le viene por su interés y admiración por los pequeños seres vivos tales como las plantas o los insectos.
Un día, tomé un lápiz y comencé a tallar su punta. La idea era llamar la atención de la gente hacia las cosas pequeñas. Lo pequeño es hermoso…
Dalton afirma que la gran mayoría de sus obras de arte son de material reciclado, ya que usa los lápices que se encuentra tirados por la calle, aceras u oficinas. Como es lógico y podéis imaginar, trabajar con un material tan delicado como es la mina de un lápiz hace que en muchas ocasiones sus obras se rompan en mitad de su trabajo.
Tiene incluso su propio cementerio simbólico en un armario, donde guarda todas y cada una de sus obras fallidas, ya que afirma sentir un cariño especial por todas ellas.
Una forma de arte que se aleja del concepto tradicional que tenemos de la escultura, espectacular por el nivel de detalle y lo complicado de su creación. Como el propio Dalton admite, no es su ocupación principal, sino que le permite desarrollar su habilidad para trabajos más lucrativos como por ejemplo la joyería.
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¿Qué opinas tú? ¿Crees que merece la pena tanto esfuerzo y dedicación en algo tan pequeño? ¿Comprarías una obra de arte de este tipo?
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Fotos vía: stumbleupon / daltonmghetti / originalpaints