El arte de la guerra es el arte del engaño – Sun Tzu, «El arte de la guerra»
Dicen que en ocasiones la realidad supera a la ficción, pues bien, no se me ocurre mejor ejemplo que este. Durante la segunda guerra mundial, todo un ejército de tanques inflables, aviones de cartón y falsos sonidos de artillería engañaron al ejército nazi condicionando sus movimientos y salvando más de 30.000 vidas. Esta es la historia de la 23ª compañía de tropas especiales, el ejército fantasma.
Una unidad militar compuesta por 1,100 artistas, arquitectos, diseñadores, actores y demás reclutas sacados de escuelas de arte y agencias de publicidad se encargaron de, con todo lo que encontraron a su alrededor, montar estructuras idénticas a tanques, cañones, aviones de combate y radares. Todo para engañar y condicionar las maniobras del ejército alemán.
Esta es su historia.
El ejército fantasma. Cómo se creó.
La historia de esta curiosa unidad militar comienza en Camp Forrest, el mayor campo de entrenamiento americano durante la segunda guerra mundial. Estaba formada por tres unidades: la 603º de Ingenieros de Camuflaje, encargada del engaño visual; la 3132º de Señales, encargadas del engaño de sonido y la Compañía de Señales, encargada de las transmisiones falsas de radio. Contaban también con la protección de la 406º de ingenieros de combate establecida entorno a su perímetro y que, esta vez si, se trataba de una unidad real.
Pese a unos inicios bastante desastrosos en los campos de entrenamiento, finalmente dieron con la clave: vehículos hinchables muy fieles a los auténticos (como podéis ver en el vídeo) apoyados por sonidos de maquinaria militar real reproducidos por altavoces gigantes y emisiones de radio con los supuestos movimientos de las tropas.
[Tweet «El ejército fantasma: tanques de cartón que volvían locos a los nazis. #NoSoloTendencias»]
De esta forma, y pese a contar con tan solo una trigésima parte, el ejército fantasma estaba preparado para hacerse pasar por una fuerza de más de 30.000 hombres armada hasta los dientes. Era hora de ponerla a prueba, así que se desplegó en Normandía el 14 de Junio de 1944, tan sólo 8 días después del desembarco aliado.
La 23º ya estaba lista para actuar.
El ejército fantasma. Historia militar
El bautizo de fuego de la 23º fue todo un éxito, pese a involucrar a tan sólo 15 hombres de la misma. Durante un mes, ayudaron a un batallón de artillería creando señuelos que atrajeran el fuego concentrado alemán. En vista del tremendo éxito de esta misión, el ejército fantasma fue destinado a la costa norte de Francia para operaciones de mayor escala y transcendencia. Los tanques inflables comenzaban a ganar batallas.
Fue en agosto, en la ciudad portuaria francesa de Brest, que la 23º comenzó a demostrar todo su potencial. La ciudad era crítica ya que el puerto era clave para hacer llegar a las tropas los suministros procedentes de América. La misión de la unidad era simple: hacerse pasar por una división acorazada y simular un ataque por los flancos de los alemanes mientras las tropas reales realizaban un ataque frontal.
El resultado, una vez más, fue excelente. Camiones dando viajes continuos de ida y vuelta con tan sólo dos hombres que simulaban grandes movimientos de tropas, más de 50 tanques y piezas de artillería hinchables y otras tantas transmisiones de radio falsas consiguieron hacer creer a los nazis que se trataba de un auténtico despliegue.
Tras otro par de misiones, le llegó a la 23º la mayor prueba durante la guerra: la batalla de las Ardenas. Un ataque sorpresa desesperado y final de los alemanes pilló por sorpresa a los americanos. 90 kilómetros de frente custodiados por tan sólo 4 divisiones cansadas y mal equipadas fueron atacados por lo mejor que le quedaba al ejército nazi.
El ejército fantasma fue enviado para hacerse pasar por otra división de infantería, pero tuvieron que retirarse ya que se trata de una batalla real y, de haberse quedado, habría supuesto toda una masacre. Fue la única ocasión en la que la 23º realmente montó ametralladoras y realmente realizó fuego real sobre el enemigo.
Pero no todo fueron éxitos y victorias en la historia de la 23º, ya que en una ocasión, concretamente el 12 de marzo de 1945, al hacerse pasar por una división de infantería atrajo demasiado fuego de artillería alemán, sufriendo un elevado número de bajas.
Tras esta experiencia, el ejército fantasma solo participaría en una misión más. Movilizando toda su capacidad se hizo pasar por dos divisiones completas de infantería, sumando un total de 30.000 falsos hombres totalmente equipados.
En total, se estima que la participación de la 23º ahorró al ejército americano entre 15 y 30.000 vidas gracias a sus maniobras de distracción.
Todo un ejemplo de cómo el engaño, y no solo las balas y las bombas, pueden ganar una batalla o salvar vidas. Lo raro es que todavía no se haya hecho una película sobre esto.
[Tweet «La segunda guerra mundial: tanques y aviones de combate inflables #Curiosidades #NoSoloTendencias»]
¿Conoces alguna otra historia similar? ¿Habías oído hablar antes del ejército fantasma?, no hace mucho publicamos otra historia similar, la enlazo por si te apetece leerla El ejército británico dio LSD a sus soldados, descubre los resultados del experimento
¡Comparte ahora o calla para siempre!
Fotos vía: actualidad.rt / quienlodiria / hipertextual / percy-francisco