Seguramente si has pinchado en este post es porque eres una de los millones de personas en este mundo que sufren diabetes o que tienen a alguien cercano que la sufre. Y es que, en el mundo, son ya un 8% las personas las que la padecen habiendo países como Estados Unidos en las que el porcentaje alcanza el 11%.
Unos números que parecen aumentarse a un ritmo alarmante hasta tal punto de que, en 2035, se estima que más de 500 millones de personas sufrirán esta enfermedad. Ni más ni menos que 3 nuevos casos cada 10 segundos.
Interesante y preocupante, ¿no? La verdad que para mí sí y es por ello por lo que decidí escribir sobre GlycSen, un proyecto que nace de la mano de la startup MedicSen y que tuve el placer de conocer en la pasada edición de Zinc Shower.
GlycSen, el nuevo páncreas artificial
GlycSen es un páncreas artificial no invasivo que controla la glucemia y administra la insulina sin pinchazos mejorando así las incomodidades del tratamiento y el control que tienen los pacientes diabéticos.
[Tweet «GlycSen, un páncreas artificial que podría ser la solución contra la diabetes. @MedicSen_ES»]
Es decir, GlycSen es un sensor que, situado en el cuerpo del paciente y conectado a una aplicación móvil, es capaz de aprender de la persona para corregir, de forma automática, su curva de glucemia tal y como lo haría un páncreas natural.
Un funcionamiento que me voy a permitir el lujo de resumir en 3 sencillos pasos con el objetivo de que lo entienda hasta mi abuela (por favor, corregirme los creadores si me equivoco mucho) y que surge tras observar y conversar con decenas de pacientes, niños y padres que veían necesaria una mejora de su calidad de vida:
- El paciente se coloca el sensor y se descarga la aplicación móvil
- Se genera la conexión entre ambos y comienza el registro de datos para el aprendizaje del paciente
- En caso de que el sensor detecte que es necesaria la inyección de insulina, lo hará automáticamente permitiendo al paciente olvidarse de ello.
¿Cuándo lo veremos en el mercado? Por el momento no hay fecha de salida ya que se encuentran en búsqueda de financiación para desarrollar el producto mínimo viable. Su primer intento fue buscar 120.000 euros en Indiegogo que, lamentablemente, no consiguieron.
Quizás la presentación no fue la mejor, quizás la gente no entendió todo su potencial o quizás los que sí lo entendieron no le ven futuro. No sé, estaría bien que me dieses tu opinión de por qué crees que no ha funcionado esta campaña de crowdfunding.
Estos chicos ya han demostrado su valía ganando uno de los premios más importantes de Zinc Shower, el premio Rafael del Pino, así que sólo nos queda seguir dándoles apoyo y estar atentos a su evolución. Seguramente no será un proyecto fácil de desarrollar e implementar pero el apoyo que ya han recibido tanto por instituciones del sector médico como ajenas a él, y la actitud de sus integrantes, me da la esperanza y sensación de que lo conseguirán.
Mi pregunta ahora es, tú como diabético o persona que conoce bien la enfermedad, ¿crees en la eficacia de este sistema o lo ves difícil de aplicar en la realidad?
Lo bueno, se comparte.
Fotos vía: innovaspain