¡Cultura de la humillación!
Esta es una de las frases que más ha calado en mi, después de escuchar el discurso de Mónica Lewinsky en TED.
Empiezo este post resaltando en negrita esa frase, cultura de la humillación, porque nunca pensé que la palabra cultura fuese unida a humillación.
Yo siempre he unido cultura a la mejor de sus acepciones, una palabra que engrandece a las personas que la poseen. Conocimientos, toma de decisiones, interés por aprender, tener criterio o el anhelo de ser cada día mejor.
Pero cultura tiene otra acepción, costumbres, comportamientos que se transmiten de una generación a otra y que se realizan por imitación, a veces buenos, a veces no tanto.
Entre esta segunda forma de ver la cultura, tal vez y por desgracia, sí hay cabida para una cultura de la humillación. Una cultura de la que todos o casi todos somos partícipes. Mónica Lewinsky lo plasma muy acertadamente en su charla. ¡Quédate a verla!
«The price of Shame»: El precio de la vergüenza by Monica Lewinsky
Monica Lewinsky vuelve a hablar después de años en silencio. Supongo que recuerdas el famoso escándalo político del que fue protagonista, aunque podría utilizar mejor la palabra víctima.
El caso es que el romance con el presidente de los EE.UU., Bill Clinton, salió a la luz pública en 1998 y todo el mundo supo quien era esta desconocida joven de 22 años, becaria en la Casa Blanca.
Mónica Lewinsky rompe su silencio y con una conmovedora charla en TED titulada «The price of Shame», nos cuenta el infierno que vivió y porqué ha decidido hablar ahora.
¿Recuerdas cómo conociste su caso?
Fue tan sonado que estuvo presente en todos los medios de comunicación, por ese entonces, Internet, no era ni la sombra de lo que es hoy, pero en su caso tuvo una especial importancia.
Pues ella cuenta, que sufrió un acoso constante durante años y que este hecho se volvió mucho mayor e incesante por su difusión en Internet.
Me tildaron de zorra, puta, ramera, tonta. Perdí mi reputación y mi dignidad y casi pierdo mi vida.
Hace 17 años no había una definición de esto pero hoy lo llamamos ‘ciberbullying’ o acoso online», afirmó Monica Lewinsky.
No es ajeno a nadie el entorno que se ha creado en Internet. Un mundo en el que especialmente los adolescentes, han hecho de este medio el lugar perfecto para humillar a personas. Airear las intimidades de las personas con la intención de hacer viral su contenido, mofarse y ridiculizar los problemas de los demás y encontrar a cambio un reconocimiento de miles de personas que con sus clics contribuyen a hacer más fuerte esta barbarie.
Pero pocas veces nos paramos a pensar que ese millón de clics, se ha convertido en un millón de golpes para la persona que sufre el acoso y que para muchos ese impacto moral le hace hundirse en la más absoluta desesperación. Una angustia que en ocasiones termina con el peor final que podemos tener, el suicidio.
«Cuanta más humillación, hay más clics y cuantos más clics, llegan más dólares en publicidad. Estamos haciendo dinero a costa del sufrimiento», afirma Monica Lewinsky.
Monica Lewinsky cuenta el caso de Tyler, un chico violinista, al que su compañero de habitación grabó teniendo relaciones sexuales con un hombre. Después de su difusión en Internet, este chico se suicidó.
¿Somos de verdad cómplices de esta cultura de la humillación? ¿Somos conscientes de lo que supone? ¿Dónde quedó la empatía? ¿Los valores opuestos a esta crueldad quedaron enterrados por esta era del reconocimiento que necesitamos obtener a costa de cualquier cosa, a costa de hundir a la gente?
Quiero creer que no, que hay gente concienciada y quiero pensar que tenemos las herramientas y la predisposición para combatir esta atrocidad, porque como muy bien dice Monica Lewinsky, apelo a la compasión.
Debemos ser conscientes que una palabra amable vale más que una humillante.
Tenemos que ponernos en el lugar de otros, ser humanos, y cambiar esta absurda cultura de la humillación, que nos destruye a todos por igual, aunque no lo creas.
El cinismo es fácil, la burla es cómoda, el desprecio sencillo, pero sus consecuencias son devastadoras.
Hay mucho que reflexionar. Escucha a Monica Lewinsky y cuéntame lo que piensas.
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Siempre ha sido un misterio para mí cómo puede haber hombres que se sientan honrados con la humillación de sus semejantes. Mahatma Gandhi
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Fotos vía: TED.