Alquilar un coche es una de mis opciones preferidas cuando visito una nueva ciudad o cuando organizamos unas vacaciones con amigos en las que recorremos varias ciudades.
Sin duda este medio de transporte te da la libertad que no te dan los horarios del autobús, metro u otro medio de transporte colectivo. El alquiler de un coche es más caro que cualquier otro transporte, aunque si viajas en grupo, entre todos no sale caro.
Aunque claro, si viajas sólo sí, pero, ¿qué te parecería poder alquilar un coche gratis? Sí, he dicho ¡gratis!.
Una empresa de Nueva Zelanda, Transfercar, ha hecho posible que puedas conducir un coche de alquiler sin pagar ni un euro. La forma que han ideado para conseguirlo es, sin duda, genial.
Transfercar: alquiler de coches para viajeros flexibles
Transfercar ha ideado un servicio de alquiler de coches gratis, con el que permite a las empresas de vehículos de alquiler reducir costes en los traslados de esos coches, y a los viajeros poder conducir un coche de forma gratuita.
Te Lo explico de una forma más clara.
- La empresa de alquiler de coches convencional alquila un coche a un turista, este lo conduce durante una semana y luego lo entrega en una cuidad distinta a la que lo alquiló.
- Cuando la empresa decide recoger ese coche para llevarlo a la central desde dónde salió, o bien tiene que pagar a un conductor para que lo lleve de vuelta o pagar a un camión para que recoja ese coche y lo lleve a la central de alquiler de la que salió. Eso supone un coste para la empresa.
- Transfercar alquila esos coches que tienen que volver a su destino a viajeros a los que les coincida su viaje con el trayecto de vuelta de esos coches.
- De esta forma, la empresa de alquiler de coches sólo paga a transfercar un pequeño porcentaje por buscarle un conductor, para que se lo devuelva y los viajeros no pagan por utilizar un coche de alquiler.
- Es un win to win, Transfercar gana, la empresa de alquiler gana y el viajero gana, todos contentos.
- Hasta el medio ambiente gana, pues los gases que producen los grandes camiones de transporte de mercancías también se reducen.
El único inconveniente de este trueque, llamémoslo así, es que no se pueden elegir los coches que se alquilan, porque cada coche está asignado a un trayecto y lo días que se alquila están fijados de antemano.
Pero si vas a planear tu viaje con antelación y eres un viajero flexible, esta es la mejor opción para disfrutar de un coche de alquiler y además gratis, quien puede pedir más. En ocasiones hasta la gasolina es gratis.
Veamos un ejemplo, y lo entenderéis mejor.
Para utilizar el servicio, sólo tienes que buscar en su web la oferta que mejor se adapte a ti, hacer una reserva del coche con un contrato, pero sin pagar nada, y transfercar manda los datos del cliente al punto de recogida, para que no haya ningún problema.
Este Ford Fiesta tiene que volver desde las Vegas hasta el Aeropuerto de San Francisco. En la ficha te indica el día como máximo que debe estar en San Francisco el coche y el día desde el que lo puedes recoger en las Vegas. Los 2 primeros días de alquiler son gratis y los restantes 50$. ¿No es genial, un coche para ir de las Vegas a San Francisco gratis? 🙂
Cómo os decía al principio Transfercar es originaria de Nueva Zelanda, aunque ya se ha extendido a Estados Unidos y algunos otros países. No, a España aún no ha llegado, pero estoy deseando que llegue, ¿tú no?
[Tweet «En tus próximas vacaciones conduce gratis un coche de alquiler con @transfercar «]
Esperemos que cuando llegue a España este servicio no levante polémica. No puedo dejar de pensar en el enorme revuelo que hay en estos momentos con otras empresas que han nacido en la red y se dedican al transporte colaborativo. Ya sabes, algunas como Ubber o Blabacar entre otras.
Las nuevas formas transporte colaborativo
Tanto Uber como Blablacar son dos aplicaciones que ponen en contacto a personas para compartir un trayecto en un coche.
Concretamente, Blablacar funciona a través de su web, pues cada usuario con coche pone un anuncio del trayecto que realizará y el número de personas que puede llevar, además del coste por cada asiento. De esta manera se comparten los gastos del viaje entre el dueño del coche y los viajeros a los que les interese ir en cada trayecto que realice.
Ubber es una aplicación americana que funciona a través de geolocalización, con lo que permite a los usuarios buscar conductores particulares disponibles para que les trasladen a donde deseen. Es más un servicio como el de los taxistas, sólo que se hace a través de su app.
«Uber es una empresa de tecnología que ofrece soluciones inteligentes para la movilidad urbana, no se dedica al transporte de viajeros sino que pone en contacto a particulares con particulares para que se beneficien mutuamente».
Estos nuevos modelos de negocio y sobre todo Uber están desatando una polémica entre compañías de autobuses, pero más concretamente con el sector del taxi, pues los taxistas consideran que están lucrándose de una forma ilegal, según ellos no es sólo una guerra de precios, sino que además este servicio es ilegal ya que no dispone de todos los requisitos que se le exigen a un taxista como licencias, un vehículos determinado etc.., y desde su punto de vista pone en peligro la seguridad del usuario que utiliza estos servicios.
Lo cierto es que pese a las ampollas que están levantando estas empresas, Uber lejos de desaparecer ha recibido una nueva ronda de financiación con la que se inyecta 1.200 millones de dólares, y cuenta entre sus inversores con Google. Y hace uno tiempo atrás Blablacar también recibió otra ronda de finaciación.
Desde mi punto de vista, si estas nuevas formas de consumo colaborativo se están abriendo camino, tal vez sea porque son más beneficiosas para todos, ¿no? Estoy de acuerdo en que para los taxistas puede ser una dura competencia, y que se tendrían que regular todos los aspectos de seguridad que aún están en el aire y pueden poner en peligro a los usuarios.
Pero a parte de eso, sin duda, mi opinión es que las nuevas formas de negocio pasan por el «co» que ahora están tan de moda, y por duro que sea para sectores de toda la vida, o se modernizan y encuentran nuevas formas de colaborar o terminaran desapareciendo.
Como decía Peter Ducker:
«La prueba de una innovación no es su novedad, ni su contenido científico, ni el ingenio de la idea… es su éxito en el mercado»
Volviendo al servicio que os presentaba, Transfercar, no creo que sea considerado como otra forma de instrusismo para el sector del taxi pues es sólo una evolución de un servicio de toda la vida, el alquiler de coches.
¿Qué piensas tú? ¿Hablamos de ilegalidad o de consumo colaborativo? El debate está servido, compártelo.
Fotos vía: comoserunkiwi, ubber, cadenaser.