No hay nada más impredecible en esta vida que combinar mucho tiempo libre, una gran habilidad y maestría adquirida a lo largo de los años sobre una materia concreta, un hobby y una apuesta.
No se me ocurre mejor ejemplo que George Edgren, un experimentado trabajador del metal de Wisconsin que, tras unos cuantos años vendiendo las obras de arte casero que fabricaba en su pequeño jardín, fue tentado por un amigo, más en plan de cachondeo que otra cosa, a construir una enorme torre de metal.
¿Cuál fue su respuesta? Ni más ni menos que construirse un transformer real de más de 7 metros reutilizando su viejo coche, un alero.
»Trans-Alero»: el transformer real de más de 7 metros.
Un mes de trabajo fue lo que tardó George en convertir neumáticos en hombros, capó en pecho y puertas en »abdominales» y pies para crear esta estructura metálica en forma de transformer.
[Tweet «Mucho tiempo libre + Conocimientos necesarios = Transformer real de 7 metros #NoSoloTendencias»]
Se trata de su mayor y más complejo trabajo hasta la fecha (el resto de trabajos no está nada mal la verdad, fotos más abajo) y ha decidido dejarlo en uno de los laterales de su jardín, apoyado en su techo, tomando el aire y atendiendo a los numerosos vecinos que, como podéis ver en esta entrevista a la CNN, se acercan curiosos a saludarlo.
En esta foto podemos ver como ha usado las puertas y ruedas del coche para construirle los pies a su nuevo transfomer.
Las puertas también se han utilizado para construir los abdominales del transformer y el chásis se ha usado para hacerle las.. ¿costillas? Parece que este transfomer está en el chásis, ¿no? (Ba Dum Tss…)
Otros de sus trabajos.
Pero que George se dedique en su tiempo libre a trabajar el metal y crear pequeñas »obras de arte» en su jardín que luego vende no es cosa nueva sino que lleva unos cuantos años ya en ello. También ha personalizado unas cuantas motos, la verdad que le ha quedado bastante bien.
Aquí tenéis una pequeña muestra de otros de sus trabajos.
Como decía al principio, no hay nada más curioso y con resultados más impredecibles que alguien con mucho tiempo libre y el conocimiento necesario para llenar ese tiempo libre. Respecto al transformer real, no sabemos si lo venderá, si no lo dejará ahí apoyado en tu techo vigilando y guardando la casa o si le construirá un amigo para que se diviertan juntos.
¿Se lo comprarías tú?
¡Comparte ahora o calla para siempre!
Fotos vía: designboom